28 diciembre 2020

Regreso

 Ya ha llegado el frio invierno, puedo ver caer los copos de la primera nevada, aunque ya es casi de noche. 
Enciendo el fuego del hogar, cuesta un poco que prenda, la verdad es que no soy demasiado experta en esto... Escucho el crujir de la madera en el fuego, es relajante. 
Ya se va notando el calorcito en el salón de casa. 
Las paredes son de piedra maciza, del color natural de las grades piedras con las que se construía antaño, grandes ventanas de madera rodean toda la casa y puedo disfrutar observando las estampas invernales que se forman alrededor, ya no recordaba lo bien que se está en casa, tan lejos quedaba éste recuerdo que ya casi casi había olvidado el calor reconfortante del fuego en el hogar. 

Te miro... Y a mis labios asoma una sonrisa de ternura.
Tú, que siempre has sido tan independiente, 
que has trabajado hasta la saciedad, 
que te has pasado noches enteras a los pies de mi cama sólo para espantar mis demonios de niña.
Tú! Que el día que marché te quedaste sentado en tu silla, sin ni siquiera mirarme. 
La mayoría de días estuve enfadada conmigo misma por mi orgullo, por el tuyo, por ese abrazo que no te di y tanto desee.

Ahora te vuelvo a ver en ésta misma silla sentado y siento paz de estar aquí de nuevo, de que me necesites tanto como yo te he necesitado, cojo tus manos y siento el suave tacto de tu piel ya arrugada y viajo por un instante al momento más feliz de mi vida... Mi niñez    
 - Quédate un poco más - me susurras adormilado. 
He venido para quedarme padre, para estar a tu lado en cada paso que des a partir de éste instante, para luchar contigo y para vivir juntos todo lo que el tiempo nos deje. 

foto adquirida en galería freepik.es


Tu manos ya no responden y tiemblan a cada instante, sé que a veces es duro luchar solo y en silencio, tal y como llevas haciendo tú todos estos años atrás, ahora somos dos y nos será más llevadero, padre, veremos juntos cada atardecer sentados en la mecedora del porche de casa, observando cómo se esconde el sol entre las colinas tal y como a ti te gusta, disfrutaremos del chocolate caliente a media tarde en los días más fríos de invierno, envueltos en mantas y cerquita del fuego. 

Dame el tiempo necesario, permíteme llegar a perdonarme todo el tiempo que tanto te añoré y no fui capaz de llamarte, dame el tiempo necesario para que tú me puedas llegar a perdonar querido Padre. 




4 comentarios:

  1. He sentido el calor de ese fuego... Cada vez es más bonito leer tus relatos. Un abrazo 💖

    ResponderEliminar
  2. He sentido el calor de ese fuego... Cada vez es más bonito leer tus relatos. Un abrazo 💖

    ResponderEliminar
  3. Me conmueve y me entristece leer la expresión del anhelo de tu corazón por tu padre. También recuerdo a mi difunto padre.
    Sigan pasando el día tratando de ser felices, amigos.

    Feliz navidad y próspero año nuevo.

    ResponderEliminar

Muchísimas GRACIAS por leer el blog y por vuestros comentarios.✍️ Son muy importantes para mi y para mi pequeño mundo literario. 📚


De acuerdo con la nueva Ley sobre Protección de Datos, RGPD, os informo a todos los que quieran comentar en el blog que se autoriza a que aparezca publicado el comentario con los datos que se aportan al escribirlo.